domingo, 6 de julio de 2014

Te amaré en silencio.


Seré muy clara en lo que siento
Te deseo locamente, desmesuradamente, pero no te quiero!
No busco amor, ese ya lo tengo.
Busco el fuego que me hace falta y que solo tú solías encender en mi cuerpo.

No, no te amo, pero por ti me muero.
Por esos labios que despertaban cada poro de mi piel y me consumían por dentro.
Esas manos que dibujaban cada curva de mi cuerpo como el pintor más virtuoso que ha pisado este suelo.
Por ese aliento tan dulce que me acogía como la tibia morada en un día de invierno.

Debo ser franca, en verdad, no es amor esto que siento!
Es deseo carnal que me consume despiadadamente en un tormento.
No quiere decir que no sea así perfecto.
Para qué mezclar amor con placer cuando no es el tiempo?
Para qué disfrazar esto?
No! Ni tú ni yo lo merecemos.

Si aceptas lo que ofrezco, ven y arrancarme la ropa del cuerpo
Ven a poseerme toda por primera vez y quizá en ese momento.
Cuando seamos uno solo, quizá
entonces te amaré en silencio.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Asesiné la historia.

"Con un adiós asesiné la historia que podríamos haber tenido... podría haberle dicho "que seas feliz", pero creo que una parte mía no hubiera soportado imaginarse que su felicidad no me incluyera... entonces dije ese "adiós" con mi voz y mi alma quebradas, una sola palabra, tan dolorosa como necesaria para ponerle fin a todo. Desde que las pronuncié nuestros caminos no volvieron a cruzarse"

lunes, 19 de mayo de 2014

Un paso y luego otro, todos pequeñitos.

"No sabía dejar ir. Le di muchas oportunidades. A mí me enseñaron a luchar por lo que quería y yo lo amaba y, según mi creencia, renunciar estaba prohibido. Creo que en el fondo me retiraba muy, muy lento; como para darle tiempo de que se arrepintiera del daño que me hacía. Sin mirar atrás, me fui poco a poco. Un paso y luego otro, todos pequeñitos, creyendo que en algún momento me alcanzaría para decirme que había recapacitado y lucharía por nuestra relación. Me pasó que, después de alejarme un poco, volteé a mirar al lugar donde se quedó y él ya se había ido."

Me dejaste ir.

“Y te extraño, claro que te extraño. Si volviste mi mundo al revés e hiciste de mi vida un museo de emociones. Te extraño, claro que te extraño y cómo no extrañarte si, aún perdido en ti, me dejaste ir.”

Para el que sólo observa...


“Pero una cosa es cierta: no me atrevo a juzgarte. Sé que cuando uno ve las cosas desde afuera, cuando uno no se siente complicado en ellas, es muy fácil proclamar qué es lo malo y qué es lo bueno. Pero cuando uno está metido hasta el pescuezo en el problema (y yo he estado muchas veces así), las cosas cambian, la intensidad es otra, aparecen hondas convicciones, inevitables sacrificios y renunciamientos que pueden parecer inexplicables para el que sólo observa.”
MB.

jueves, 12 de septiembre de 2013

La muerte del amor.

El amor nunca muere de muerte natural.
Se muere porque no sabemos como rellenar su fuente.
Se muere de ceguera, de errores y traiciones.
Se muero de enfermedades y heridas.
Muero de cansancio.

Eres.

Eres de esas pequeñas cosas que ya no pasan, de esas diminutas casualidades, minúsculas coincidencias, de esos momentos que se aparecen una sola vez en la vida y les da por desaparecer.
Eres instante, eres sueños, realidad y coincidencia.
Eres la fotografía en movimiento, tienes el arte en la sonrisa, la danza al andar y la vida misma en tu mirar.
Siendo consentidor conmigo mismo, tienes todo lo que merezco y lo que nunca podré tener.